NHS - Segunda parte

Bueno, nos habíamos quedado con el tema de las guardias pediátricas.

Tadeo seguía con mucha mucha fiebre y no se la podíamos bajar con nada. Estaba con antibiótico, paracetamol, ibuprofeno y baños y la fiebre no aflojaba.

Lo primero que hicimos fue llamar a un número del NHS en el que te orientan telefónicamente. La verdad es que nos hicieron muchísimas (pero muchísimas) preguntas y no sacamos nada en claro. La doctora que lo vió primero me había dicho que ante cualquier emergencia lo llevara a la guardia pediátrica del Saint Mary's hospital que era de las mejores pero la persona que nos atendió el teléfono del NHS nos dijo que mejor lo lleváramos a la guardia del Chelsea Hospital que nos iban a atender más rápido ahí (JA!).

Cuando llegamos al Chelsea nos mandaron enseguida a la parte pediátrica y ahí nos hicieron pasar bastante rápido. Primero pasamos a un cuartito donde una enfermera le tomó la fiebre (y comprobó que tenía 40 grados) y le midió la presión y el óxigeno en sangre. Nos dijeron que esperáramos en el pasillo de afuera que lo iba a ver un médico.

Un rato después nos avisó una enfermera que éramos los próximos. A la media hora fuimos a preguntar que pasaba y vino una enfermera y le dió paracetamol. Nos dijeron que como había muchas urgencias se había retrasado nuestro turno.

Pasaron como dos horas más y seguíamos sin ser atendidos. A Tadeo le bajó la fiebre a 38 y justo en ese momento vino otra enfermera a controlarlo. Dijo que como le había bajado la fiebre podíamos seguir esperando.

Resumiendo, con 40 grados de fiebre nos hicieron esperar y con 38 nos dijeron que como no era urgente teníamos que seguir esperando. La cosa pintaba como que tenian intenciones de atendernos en un futuro muy cercano.

En ese momento yo estaba tan indignada que decidí que estar en una guardia llena de enfermos sin que nadie nos atienda no era lo mejor para Tadeo ni para nadie y nos fuimos.

De más está decir que toda esta situación me dejó muy preocupada y con un gusto bastante amargo.

A la noche siguiente Tatu seguía con fiebre altísima. Y no solo eso sino que se le ponian los labios azules y se ponía a temblar. No llego a convulsionar ni a perder el conocimiento pero nos asustamos bastante. Llamamos al pediatra de Buenos Aires y nos dijo que no era normal que se pusiera azul y que lo mejor era que lo lleváramos a la guardia de nuevo.

Esta vez decidimos ir al Saint Mary's directamente sin consultar a nadie más. Por suerte la experiencia fue completamente diferente esta vez. Primero lo vió un enfermero muy macanudo que le hizo los mismos chequeos (fiebre, oxígeno en sangre, presión) y después nos mandaron a una sala a esperar.

Ya desde que entramos a la sala nos dimos cuenta que la experiencia iba a ser diferente. Era una sala preciosa, llena de juguetes donde los chicos podían esperar sin que se convirtiera en una tortura para ellos.

Esperamos apróximadamente una hora y nos atendió un médico bastante jóven y muy buena onda. Lo revisó a Tadeo y me hizo muchísimas preguntas a mi. Tadeo seguía con las amígdalas muy inflamadas y se le escuchaba un pequeño ruido al respirar así que le mando a hacer una radiografía para ver los pulmones. Nos dijo que la radiografía se veía limpia pero que por las dudas le iba a cambiar el antibiótico por uno que sirviera para atacar lo de las amígdalas y una posible infección en el pecho. Nos hicieron esperar un rato más y nos dieron el antibiótico preparado y listo para llevárnoslo a casa.

Obviamente después de esta experiencia nos quedamos mucho más tranquilos e hicimos las paces con el sistema.

Faltan tantas cosas para contar, obviamente eso lo dejo para las próximas entregas :P

ACLARACIÓN: Esto que estoy contando pasó hace como un mes. Tadeo se recuperó a los 3 o 4 días. Cuando digo que me faltan contar cosas del NHS por suerte me refiero a otro tipo de cosas.